La tierra silenciada

Jake y Zoe disfrutan de una semana de vacaciones en una estación de esquí de los Pirineos. Durante uno de sus descensos, un alud les sorprende, dejando a Zoe atrapada entre la nieve. Afortunadamente su marido logra encontrarla y juntos vuelven al pueblo, que, misteriosamente, ha quedado completamente deshabitado.

Graham Joyce elabora una pequeña novela, algo previsible y cuyo mérito principal es la situación de partida: pueblo abandonado del que no pueden salir por mucho que lo intenten. Peca el autor de contar demasiado, pues enseguida el lector comienza a sospechar qué es lo que está ocurriendo, con lo que se pierde en cierto modo el interés gradualmente. Después de todo, este tipo de situaciones ya es muy común en la cultura popular, a través de otras novelas y, sobre todo, de la producción audiovisual (incluyendo videojuegos) de fantasía y ciencia-ficción de los últimos años

La trama es lineal, únicamente adornada con un par de capítulos sobre la vida pasada de los protagonistas. Es como un boceto de argumento para una serie tipo “Lost”, al que podrían añadírsele muchas subtramas para enrevesar el asunto. El autor no lo hace y sólo se limita a la historia principal, con lo que permanece una sensación de “telefilm” para emitir una tarde de invierno. Aún así, es interesante, fácil de leer y pasas un buen rato antes de descubrir que tus sospechas son ciertas y que el desenlace no es, en absoluto, nada espectacular.

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