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Dramocles, soberano de Glorm, recibe una visita programada 30 años atrás en la que su destino le es revelado. Para alcanzarlo debe poner fin a tres décadas de paz (y aburrimiento) en su reino. Pronto descubrirá que no es más que un títere en una conspiración urdida por alguien muy cercano con la ayuda de una computadora bastante peculiar.

Llena de humor e ironía, Sheckley dibuja en esta pequeña novela un relato que recuerda a los embrollos de realidades de K. Dick, aunque aquí todo queda explicado. No sólo es ese complot que articula la trama; también encontramos parecido en esa mención de los “masa media”, que diría la difunta Chus Lampreave, como elemento de creación de realidades sociales a gusto de los mandatarios.

Una caricatura de la ciencia ficción de estilo “medieval”, en la que aparecen reyes, incluso un poco de magia inexplicable, hay batallas a la vieja usanza y la tecnología queda como simple recurso para que las tropas-robot o humanas se muevan de uno a otro planeta.

Divertida e inteligente, Dramocles consigue arrancar la sonrisa del lector con solvencia y dejar un buen sabor de boca. Muy aconsejable.

Título: “Dramocles”

Autor: Robert Sheckley

Ed. Martínez Roca, Superficción, nº 92.

1983 (edición 1984)

159 páginas